martes, 28 de marzo de 2017

Homenajes al vino de Jerez II

Sobre el vino de Jerez y los que no cabrán, y los que, sin quererlo, me dejo en el tintero) escribieron: Rafael Alberti, en 1923, en su «Panegírico al vizconde de Almocasén»; y los hermanos Quintero, en «La Manzanilla»; y César González Ruano en su «Cultura y seriedad del vino alegre»; y el lejano Juan Nicasío Gallego; y Luis Bello, en su «Viaje por las escuelas de España»;


 y el olvidado y erótico Joaquín Belda; y José Manuel Caballero Bonald, en «Dos días de septiembre»; y Manuel Halcón, en «Salto al cielo»; y Théoplüle Gautier en su «Viaje a España», y Víctor Hugo; y Manuel Machado... Núñez de Arce: «... ¿quién a tu blanco halago se resiste...? » ... y Blasco Ibáñez en «La Bodega»; y Muñoz Seca en colaboración con Fernán dez Shaw, en una zarzuela titulada «Las tres cosas de Jerez»...; y todos los autores, nacionales y extranjeros, de libros de cocina, y dedicados al vino y sus misteriosas teologías.
¿Os gusta esta plástica definición de la alegría con alas, indefinible, que se siente al beber una copa de Jerez?:... sangre arriba y abajo, canta, encanta, viene, se va, se tumba, se levanta y trina treinta trinos de gilguero...

¿Os gusta? Yo la encuentro deliciosa; ¿sabéis de quién es? Es de los Murciano, de Carlos y Antonio Murciano: a Carlos le conocen la firma y los quilates los lectores de LA VANGUARDIA; libro tras libro, anda su nombre entre las mejores voces de la poesía de posguerra; Antonio, más joven, cosechador de premios poéticos, abogado, es menos conocido por acá, pero no por ello con menos interés; los Murciano son naturales -casi nada— de Arcos de la Frontera, «pulpo petrificado» para Lorca; en opinión de «Azorín». que se los sabía bien, el pueblo más bello de España; a orillas del Guadalete, donde la catástrofe de don Rodrigo; lugar con revista poética, «Alcaraván», y muy notable grupo de poetas.

Los hermanos Murciano, con sus doce espinelas, «Gloria y memoria de los vinos del Condado», obtuvieron la flor natural en la Fiesta de la Vendimia en 1982; tienen también, escritos en colaboración, unos bellos sonetos a dos «ángeles del vino», y muy graciosas «palomas».

El día del nacimiento del vino, hay, en Jerez, una gran fiesta, con bendición del primer mosto en la Colegial; cuando sale el primer chorro por la piquera, se sueltan palomas que llevan, anudados en los cuellos y en las patas, mensajes poéticos. Así comienza una de las «palomas» de los Murciano:

...Y en Jerez de la Frontera
chorro de oronadó el vino,
Ve y düo por el camino
a la gente viajera...

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